El Ayuntamiento de Fuentes consignará de nuevo en el presupuesto de 2021, 4000 euros para la reparación y sustitución de elementos urbanos de su patrimonio deteriorados por la acción vandálica. Los costes, en realidad, son mayores pues gran parte de los daños que se producen en los equipamientos y el mobiliario urbano son reparados por las brigadas municipales, coste que no aparece reflejado en los presupuestos municipales.
Las instalaciones deportivas son uno de los principales focos de la acción vandálica. Así, en el campo de fútbol las puertas, la valla perimetral, la caseta junto a las pistas de petanca, los banquillos, las mesas de la zona de barbacoa, el termo de los vestuarios, las taquillas o los asientos del graderío han sido objeto de ataques a largo del último año. También, el cristal de la pista de pádel, las porterías y el vallado perimetral de la pista polideportiva ubicada en la zona de Viña del Conde, o las instalaciones de las piscinas municipales, han sido objeto, también, de actos incívicos contra el patrimonio común.
Acción vandálica que se extiende también a las zonas de parques y jardines donde son frecuentes las intervenciones por parte de la brigada de obras para realizar reparaciones en las mesas y bancos del parque de Santa Bárbara o en las barandillas de seguridad de la Ribera del Ginel. Actos que han afectado incluso a los accesos y los baños del cementerio.
Los grafitis en fachadas públicas y privadas sin autorización son otro de los puntos habituales de conflicto y que más importancia tiene por su afección estética y por los costes que genera a los propietarios su eliminación. También, los actos vandálicos cometidos contra el mobiliario urbano, principalmente contra las papeleras y bancos.
Reglamento de convivencia cívica y régimen de sanciones
El Ayuntamiento quiere recordar que cuenta con un reglamento de convivencia cívica que contempla la aplicación de sanciones que van desde los 150 euros, en el caso de las infracciones leves, a los 3000 euros de las infracciones más graves, además de la realización de trabajos para la comunidad.
La convivencia en comunidad es la base del progreso de nuestra sociedad e implica la aceptación y cumplimiento de las normas sociales. Es obligación de todos los vecinos y vecinas o visitantes actuar cívicamente en el uso de los bienes e instalaciones colectivas. Esta responsabilidad compartida exige seguir unas pautas de comportamiento en las que coexistan la libertad individual con el respeto a los demás, que preserven el patrimonio urbano y natural, así como los bienes públicos, y garanticen la convivencia ciudadana en armonía.
Declaraciones de María Pilar Palacín
“Estos ataques persiguen la mayoría de las veces el destrozo “per se”, sin que quepa justificación alguna”, explica María Pilar Palacín, alcaldesa del municipio. “Un verdadero ataque al patrimonio común que supone todos los años un gasto continuado en reparaciones y una afección directa al uso que pueden hacer los vecinos de estas instalaciones y del mobiliario. Es por ello que nos gustaría apelar al civismo y a la responsabilidad individual de los fuenteros para cortar de raíz estas actitudes”, añade la alcaldesa.