El control de la fauna en los núcleos urbanos es una de las labores que se deben realizar cuando la población de ciertas especies es excesiva y comienza a generar problemas de salubridad, limpieza y daños.
La población de paloma doméstica es una de estas especies sobre la que debe realizarse un control continuo, pues en caso contrario produce cuantiosos daños económicos, estéticos y de salud a las personas. Así, una población de palomas en crecimiento exponencial puede trasladar en cualquier momento al ser humano pulgas, garrapatas, ácaros, coccidiosis, aspergiliosis, salmonela, tiña, etc. Sin olvidar los costes que supone la reparación de los daños que ocasiona y el coste de la limpieza de los excrementos.
Desde hace varios años el Ayuntamiento de Fuentes de Ebro viene realizando un control sobre la población de paloma doméstica en el municipio, labor que se ha intensificado desde 2020, consiguiendo un descenso notable, sobre todo en el centro de la localidad.
“Este año las actuaciones se han realizado de manera continua desde febrero hasta diciembre con la colocación de ocho recintos de captura homologados en lugares estratégicos” -explica Mari Carmen Molinos, técnica de Medio Ambiente municipal. “Estos recintos se han ido trasladando de unas localizaciones a otras para tratar de aumentar su efectividad. También se han realizado trabajos de captura en recintos específicos dentro del casco urbano que servían como lugar de nidificación y cría, procediendo después a su cierre para evitar la proliferación descontrolada que existía”, concluye la trabajadora municipal.
Cristina Palacín, concejala de Medio Ambiente ha querido “agradecer a todos los vecinos que de manera desinteresada han colaborado y colaboran para que estos trabajos puedan tener éxito facilitando, no solo el acceso para la instalación de los puntos de captura, si no el mantenimiento, la reposición de agua y comida, la limpieza y la retirada de las palomas capturadas varias veces por semana”, a la vez que ha querido recordar la necesidad de “mantener las viviendas, bajos, cocheras o almacenes desocupados con sus puertas y ventanas cerradas y los tejados bien sellados”.
Estos trabajos van a tener continuidad en 2022, por lo que se invita a todos los vecinos que tengan alguna afección por la presencia de palomas a que se pongan en contacto con el Ayuntamiento para que los técnicos municipales puedan analizar el problema y buscarle una solución en el caso de que sea posible.